15/05/2021
Exactamente son las 18:49, quizá cuando termine de escribir esto sean dos minutos más tarde o más. Es un Sábado, de esos fines de semana recluidos en casa, nadie puede salir, nadie. Mis padres, en el patio hablan, ¿de qué? de la vida. Por otro lado están mis hermanos, cada cual haciendo sus tareas, en mi caso, al igual que ellos hago tareas, ya estoy acabando la segunda semana de clases en la univerisdad.
Mis únicas tareas se basan en leer textos que muchas veces resultan complejos, otras veces (muy pocas) entretenidos. La cotidianidad pandemica resulta curiosa, ya nos da igual todo (mi caso) algunos se muestran ansiosos, otros sólo quieren reencontrarse con sus amigos, familiares o parejas, ¿yo? a veces quiero volver, otras no, ¿por qué? eso ni yo sé a ciencia cierta.
Hablando de encierros, toda mi adolescencia me quejé por no tener permiso de salir con mis amigas, hoy, que verdaderamente no puedo salir a ningún lado resulta ser el paraíso para mí, debe ser por todo lo que me ha pasado...tema a parte.
Me gusta la chica en la que me he convertido, ya casi no me importa la dependencia de amistad, vivo por mi lado, sé como alejarme de quien no me merece y eso está bien, no creo que sea egoísmo, pienso más bien que si la otra persona no piensa en ti, debes hacerlo tu misma.
Las tareas hasta ahora están livianas, los profes se muestran comprensibles, todo parece mantenerse como al inicio de las clases virtuales, eso es lo cool. Mientras tanto lo que me preocupa son los exámenes que en algún momento tienen que llegar y como toda mente espacial, yo no he de saber que contestar.
En conclusión, la pandemia está igual, pero no como al inicio. Espero y puedan comprender eso.
¡hey, mira! estoy terminando de escribir esto a las 19:06 ¿ya ves que fue más de lo que predije?
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